En la búsqueda de mejorar nuestra calidad de vida y recuperar la salud, hay muchos caminos, terapias y tratamientos que podemos encontrar. Sin embargo, muchos de estos tratamientos pueden tener efectos secundarios a la larga, sobre todo los que están ligados a la farmacología. Algunos medicamentos nos ayudan a aliviar dolores e inflamaciones, pero nos afectan a nivel estomacal, por ejemplo. En otros casos cuando hablamos de condiciones crónicas, solo nos queda acudir a los fármacos para reducir los síntomas en momentos de crisis, pero esto está lejos de ser una solución, es más bien un paliativo.
La buena noticia es que existen alternativas para quienes tengan ganas de abrir sus horizontes y buscar otras formas de llegar al ansiado “bienestar”. En este artículo hablaremos sobre una de estas opciones: La Magnetoterapia.
Esta terapia está basada en campos electromagnéticos pulsados (CEMP) que estimulan las células del cuerpo humano. Las células de nuestro cuerpo tienen un potencial eléctrico tanto interno como externo que determina el correcto funcionamiento de las mismas. Cuando se produce un trauma o se atraviesa una enfermedad, este potencial eléctrico se altera y en muchos casos nuestro cuerpo no puede reconfigurarlo por sí solo. La magnetoterapia reestablece el correcto potencial eléctrico intra/extracelular, induciendo cambios fisiológicos y regulando la bioquímica de las células. En otras palabras, la manipulación de frecuencias altas y bajas, genera cambios en los iones y procesos químicos, normalizando el funcionamiento de las células.
Las células forman tejidos, los tejidos forman órganos y los órganos sistemas. Es por eso que la magnetoterapia se puede aplicar como tratamiento en una gran variedad de lesiones y enfermedades. Desde esguinces y fracturas, hasta patologías que afectan a los huesos, como la Osteoporosis. Al principio esta técnica se utilizaba casi en exclusiva como un tratamiento para favorecer la regeneración del tejido óseo. Sin embargo, con el paso del tiempo ha quedado demostrado el poderoso efecto de regeneración que tiene la magnetoterapia, y se aplica también en el tratamiento de lesiones en órganos internos como úlceras; para acelerar la recuperación después de cualquier tipo de cirugía; y combatir el deterioro de nuestro organismo, atribuido al envejecimiento. También Puede ser usada como medicina preventiva.
Debido a los cambios fisiológicos que esta terapia provoca en el cuerpo humano, se ha comprobado su efecto analgésico y antinflamatorio en patologías crónicas como la artritis, fibromialgias y neuralgias severas; así como también en todo tipo de dolores de espalda. Y es que al restaurar la salud de nuestras células, todo el sistema inmunológico también se ve fortalecido, incluso llegando a ser efectiva en el tratamiento de alergias.
La magnetoterapia es muy eficaz como relajante muscular. Los campos magnéticos actúan sobre el sistema nervioso simpático disminuyendo el tono muscular. Al comienzo del tratamiento, el efecto relajante de la magnetoterapia puede ser puramente local, pero conforme se van llevando a cabo las sesiones llega a generar un efecto amplio sobre el sistema nervioso central debido a la disminución del tono simpático, ayudando a reducir el impacto que tiene el estrés sobre tu cuerpo.
Por último, aunque no por eso menos importante, esta terapia está libre de efectos secundarios y toxicidad para el cuerpo. Lo cual es un gran alivio para aquellas personas con enfermedades de base o condiciones que requieren especial atención.
Si algo de lo mencionado anteriormente te genera curiosidad, tal vez es tiempo de probar con esta gran alternativa que tenemos a tu servicio.
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