Pensamientos Autodestructivos

Autosabotaje Inconsciente

Se entiende al autosabotaje, como todo pensamiento automático, irracional y autodestructivo que desencadena un descontrol emocional y por consiguiente acciones y conductas que van en contra de los propios objetivos personales. Es decir que quienes hacen de éste un estilo de vida, llegan a ser sus propios y peores enemigos, viviendo así en una constante profecía autocumplida.

La tendencia a la autodestrucción, puede surgir en gran medida de la educación que provee la familia, escuela, sociedad y cultura desde el nacimiento hasta la adolescencia. Por ejemplo, si a un niño lo reprendieron desde pequeño por ser “débil de carácter”, puede haber interpretado a este adjetivo como una verdad absoluta, por ende, a lo largo de su vida estará frustrado e impotente porque pensará que es débil de carácter y nunca podrá cambiar.

A estas creencias destructivas aprendidas podemos denominarlas “creencias irracionales”, ya que pueden generar inseguridad, sentimientos de inferioridad, entre otras actitudes auto derrotistas durante la adultez.

Las creencias irracionales pueden ir acompañadas de términos absolutistas como ser “nunca”, “siempre” , “todo (s)”, “nada”.

Por ejemplo, la idea constante que puede tener una persona al pensar: “La gente siempre me lastima”, es irracional porque, por un lado, no es posible que absolutamente todos y todo el tiempo hayan lastimado a esa persona y por el otro, cada individuo es responsable de su reacción emocional ante las acciones de otros. Para dejar este círculo vicioso, es importante tomar consciencia de los pensamientos e ideas y sustituirlas por ideas racionales como ser “He permitido que algunos comportamientos y/o actitudes de algunas personas afecten mi bienestar en ciertos momentos de mi vida”.

El autosabotaje puede manifestarse de muchas maneras, desde posponer y abandonar tareas/ metas hasta lastimar y alejar a las personas que se estima.

Cuando una persona es autodestructiva consigo misma, probablemente no se conoce, ni se acepta ni se valora. Simplemente se pone una etiqueta personal negativa. Por ejemplo “soy malhumorada”, “soy complicada”, “soy insoportable” y es así como se presentan y actúan con los demás a pesar de que en el fondo ya no quieren actuar así. Probablemente, quienes busquen relacionarse con estas personas, también sean personas con creencias parecidas de sí mismas y con deseos de cambiar, mejorar, ayudar y/o hacerse cargo del otro, dando lugar a relaciones de codependencia emocional.

Afortunadamente, es posible modificar los pensamientos irracionales reaprendiendo a pensar de manera realista, práctica y lógica. Para lograr esto, lo más importante es un compromiso personal y mucha perseverancia. A la vez, es recomendable acudir a un profesional en psicología especializado. Mismo/a que acompañará y guiará al paciente en el proceso psicoterapéutico.

Recuerda:

“Lo que inquieta al hombre no es lo que le pasa, sino lo que se dice a si mismo/a de lo que le pasa”. Epítecto.

Estefanía Salazar – Psicóloga Clínica

Compartir:

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on pinterest
Pinterest
Share on linkedin
LinkedIn

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ARTÍCULOS RECIENTES

Próximos Eventos

En clave

Artículos Relacionados